La hidratación normal de la superficie ocular requiere un correcto equilibrio entre la producción de lágrimas en las glándulas lacrimales y la evacuación de las mismas por las vías lagrimales.
Glándulas lacrimales
Vías lacrimales
Es un sistema de drenaje de las lágrimas. Los puntos lagrimales recogen las lágrimas del globo ocular y por los canalículos superior e inferior y el canalículo común las llevan hasta el saco lagrimal y por el conducto lacrimonasal hasta las fosas nasales.
Ojo seco
El ojo seco se produce por atrofia de las glándulas lagrimales en el proceso de envejecimiento, por cambios hormonales (menopausia), en algunas enfermedades (diabetes, parkinson), ambientes calientes, secos o con viento, alturas, aire acondicionado, humo de tabaco, uso de lentillas, leer, ver TV o usar ordenador y algunas inflamaciones. También se produce ojo seco después de algunas cirugías y con algunas medicaciones empleadas para dormir y para tratar la ansiedad, la depresión, el dolor y la alergia.
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Diagnóstico
Se mide la producción de lágrimas (test de shirmer), el tiempo de evaporación de las lágrimas entre parpadeos y la presencia de lesiones superficiales causadas por la sequedad en córnea y conjuntiva con tinciones vitales (fluoresceína, rosa de Bengala). El ojo seco se trata con lágrimas artificiles lubricantes y en los casos graves se emplean antiinflamatorios, ácidos grasos, ciclosporina y pilocarpina oral. A veces se obtienen buenos resultados mediante oclusión de los puntos lagrimales con implantes de colágena (provisionales) y silicona (definitivos) y con cauterización o injertos de conjuntiva sobre los puntos lacrimales. De esta forma las pocas lágrimas que el ojo produce no se van hacia las fosas nasales.
Epífora (Lagrimeo)
Se produce por un exceso de producción de lágrimas por inflamaciones, traumatismos, gases irritantes, frío intenso, deslumbramientos, llanto o como consecuencia de una evacuación lagrimal deficiente por obstrucción de las vías lacrimales. Un tercio de los recién nacidos tienen obstrucción de la vía lagrimal por tener una membrana en la parte final del conducto lacrimonasal. Presentan lagrimeo y secreciones amarillentas en la conjuntiva y en los bordes palpebrales que aumentan al presionar sobre el saco lagrimal. Se trata con antibióticos, masajes y con un sondaje si persiste la obstrucción. En adulto las obstrucciones de las vías lacrimales son frecuentes y están favorecidas por la falta de higiene. Afectan más a mujeres pues suelen tener el conducto lacrimonasal más largo y más estrecho y además tienen más descamación epitelial con los cambios hormonales y emplean más veces cosméticos. Se emplea la dacriocistografía para valorar las obstrucciones anatómicas de las vías lacrimales y la gammagrafía para las obstrucciones funcionales. Las infecciones del saco lagrimal (dacriocistitis) pueden ser agudas de presentación brusca y dolorosa, con tumefacción superficial dura, unilateral y de color rojo intenso sobre la región del saco o crónicas con lagrimeo de larga evolución y secreciones transparentes o mucopurulentas.
Se tratan con antibióticos y con cirugía comunicando el saco lagrimal con la fosa nasal (dacriocistorrinostomía). En la cirugía clásica se hace una incisión en la piel, se abre el hueso de la nariz (con una broca) y la mucosa de la fosa nasal. Requiere puntos superficiales, produce una cicatriz en la piel y sangra. En el momento actual la cirugía se realiza con un estilete de láser introducido por el punto lacrimal que abre el hueso y se acaba el procedimiento por vía endonasal. No requiere suturas, no deja cicatrices superficiales y se controla mucho mejor el sangrado.
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