En la Oftalmología Pediátrica nunca es demasiado pronto para explorar a un niño. Incluso un recién nacido puede ser explorado si lo precisa.

Retrasar el examen ocular hasta que el niño sea mayor, es incorrecto ya que cuanto antes se diagnostique esta patología antes se puede tratar y por tanto es mejor el pronóstico.

Se debe explorar a todos los niños con antecedentes familiares de defectos oculares y los que entornan los párpados para ver mejor, tienen dolor de cabeza, fatiga visual, incapacidad de concentración o problemas escolares.

En bebés y niños menores de tres años no se puede medir la visión pero se puede comprobar si las estructuras oculares son normales o defectuosas.

Es decir se puede comprobar si el niño tiene todo lo que hace falta para ver bien.

Se valoran los reflejos pupilares, el brillo corneal y los movimientos oculares para detectar posibles estrabismos. En niños mayores se puede medir la agudeza visual con test infantiles.

El fondo de ojo y los defectos de refracción se pueden valora a cualquier edad con el empleo de gotas ciclopléjicas. Sin ellas es imposible calcular la graduación exacta en niños ni con los métodos convencionales ni con los sistemas computado-rizados.

Con las pupilas dilatadas la luz es molesta y la visión es borrosa pero al pasar el efecto la visión vuelve en su totalidad. La dilatación pupilar tiene diferente duración (horas o días), según la clase de colirio o pomada empleado.

Requieren especial atención en los niños el estrabismo y la ambiopía o “ojo vago”.

Oftalmólogo Barcelona

La Leucocoria o pupila blanca es un signo importantísmo que debe conocer todo médico. Entre sus causas se incluye el retinoblastoma, las cataratas, persistencia hiperplásica de vítreo primario anterior o posterior. Ademas de la retinopatía de la prematuridad, displasias y astrocitomas retinianos. También la enfermedad de Coats y toxocariasis.

La retinopatía de la prematuridad

Aparece en bebes prematuros nacidos antes de las 36 semanas de gestación o con un peso menor de 2.000 g y sometidos a oxigenoterapia.

El oxígeno produce vasoconstricción, isquemia y neovascularización. Suele ser bilateral. Existen 5 estadíos:

·Línea de demarcación entre el polo posterior vascular y la retina periférica avascular.

·Línea de demarcación elevada.

·Anterior con proliferación retinal extravascular.

·A: Desprendimiento de retina extrafoveal.

·B: Desprendimiento retinal subtotal que afecta la mácula.

·Desprendimiento de retina total.

La retinopatía de la prematuridad

En la conjuntivitis del recién nacido se puede observar una descarga purulenta, mucopurulenta o mucoide en uno o ambos ojos en el primer mes de la vida con inyección conjuntival difusa, edema palpebral y quemosis.

Se debe relizar una extensión y un cultivo con antibiograma. Se emplea eritromicina en pomada como tratamiento profiláctico en todo recién nacido.

Anomalías del desarrollo

Hay anomalías congénitas de todo el ojo, anoftalmía, microftalmía y macroftalmía, y también de cada una de las estructuras oculares.

La visión suele ser mala, con nistagmus y a veces pannus corneal, glaucoma o hipoplasia foveal.

La forma esporádica se asocia con tumor de Wilms. La forma autonómica es la más frecuente y no se asocia con dicho tumor.

Facomatosis

Varios síndromes congénitos con malformaciones tumorales, especialmente en SNC y la retina. Pueden crecer y malignizarse.

Incluyen la esclerosis tuberosa de Bourneville, la angiomatosis retiniana de Von Hippel-Lindau, la neurofibromatosis de Von Recklinhausen, también la angiomatosis encefalotrigeminal de Sturge-Weber y el aneurisma cirsoideo de Wyburn- Mason.

En la Oftalmología Pediátrica se sospecha un problema neurológico u ocular grave cuando un niño fija mal, no sigue objetos y no le llama la atención nada de alrededor.

Se debe realizar valoración pediátrica y neurológica de los niños, corregir defectos de refracción y ambliopía, dar consejos genéticos a los padres y ponerlos en contacto con la ONCE.

El Estrabismo infantil es la pérdida del paralelismo de los ejes oculares, es decir, la desviación de un ojo respecto al otro.

Es un trastorno autonómico recesivo que afecta a un 4% de los niños.

Es importante la edad de aparición, forma de comienzo y desviación mono o binocular, evolución y tratamientos previos.

Valoración del Estrabismo infantil

Valorar antecedentes como el traumatismo de parto y el desarrollo psicomotor. En adultos traumatismos cráneo-faciales, enfermedades endocrinas, vasculares y neurológicas.

En Oftalmología pediátrica se debe valorar además la agudeza visual y la refracción y conocer el ojo dominante.

Si el niño se opone a la oclusión de uno de sus ojos suponemos que dicho ojo tiene mala visión y es incapaz de tomar la fijación.

A partir de los 3 años ya es posible medir la visión con test infantiles. Los niños menores de 2 años no tienen bien desarrollada la acomodación y por eso se emplea tropicamida al 1% para explorar el fondo de ojo y valorar la refracción.

A partir de los 2 años se indica atropina al 0,5% (una gota tres veces al día, tres días antes de la consulta) o ciplopentolato (una gota cada 10 minutos 3 veces y esperar 15 minutos).

Esotropía (endotropia)

Desviación convergente, en nuestro medio es la desviación predominante (75% del total). Dentro de este apartado en oftalmología pediátrica encontramos:

Esotropía congénita y acomodativa.

Exotropía intermitente y constante.

Desviaciones verticales Hipertropia

Se describe como desviación vertical cuando un ojo está más alto que el otro.

Este concepto implica sólo la posición de un ojo con relación al otro no cuál está afectado. En estos casos la cirugía sobre los oblicuos en hiperfunción está indicada.

Cuando la desviación vertical se mantiene de igual magnitud en las diferentes posiciones de la mirada horizontal, la causa radica en los rectos verticales.

En las desviaciones verticales concomitantes se practica preferentemente la retroinserción de los rectos verticales. Por ejemplo si existe una hipertrofia concomitante está indicada la retroinserción del recto superior derecho.

Estrabismos paralíticos

Los diferentes tipos de Estrabismos paralíticos:

Parálisis del recto externo. Es la forma más frecuente de parálisis oculomotora en la cuál se observa una limitación en la mirada hacia fuera del ojo afecto con máxima diplopía horizontal al mirar el ojo hacia el lado del músculo paralizado y mínima o ausente al mirar hacia dentro. Tortícolis horizontal con el mentón rotado hacia el hombro del músculo afecto.

Parálisis del motor ocular común. Puede ser total o parcial. Se afectan cuatro músculos oculares extrínsecos (recto medio, superior, inferior y oblicuo inferior) y el elevador del párpado superior.

El ojo afecto no se puede mover hacia dentro, elevar o descender no converger y se encuentra desviado hacia fuera y abajo. Hay además ptosis flácida, dilatación pupilar con arrefléxia (midriasis paralítica) y parálisis de la acomodación (dificultad en la visión cercana) todo ello como consecuencia de la parálisis del parasimpático.

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