CÓRNEA

La Córnea es la parte externa del ojo. Es una capa transparente, curvilínea y en forma de disco abombado.

Es la encargada de la refracción de la luz cuando penetra en nuestro globo ocular. En el Centro de Oftalmología Bonafonte tenemos a los mejores profesionales especializados en el ojo y sus diferentes enfermedades.

La córnea es la estructura ocular de mayor poder refractivo del ojo humano. Y además el principal tejido sobre el que se apoyan las lentes de contacto.

Está compuesta por seis capas y como sabemos es totalmente transparente.

Vamos a ver un video de la anatomía de la Córnea para entenderlo mejor.

En este apartado vamos a repasar las enfermedades de la córnea y sus diferentes tratamientos. Además, más adelante también hablaremos del Trasplante de Córnea y sus diferentes técnicas lamelares para sustituir únicamente la parte afectada.

Pigmentaciones

Hematocórnea. Impregnación corneal por hemosiderina y elementos eritrocitarios. Es consecutiva a hifemas con lesión del endotelio corneal.

Líneas de hierro
. En personas ancianas se forman líneas horizontales de color pardo en el tercio inferior de la córnea paralelas a la abertura palpebral líneas de Hudson-Stahli; lo mismo ocurre en el queratocono líneas de Fleischer, en el pterigión línea de Stocker y en la ampolla de filtración de una operación de glaucoma líneas de Ferry.

Anillo de Kayser-Fleischer. Anillo de color marrón en la periferia corneal. Es un depósito de cobre en la membrana de Descemet propio de la enfermedad de Wilson (degeneración hepatolenticular).

Huso de Krukenberg. Depósito de melanina en el endotelio corneal en forma de huso vertical. Se observa en miopes jóvenes y se asocia a glaucoma pigmentario. Los arcos senil gerontoxon y juvenil embriotoxon son bandas blancas en la periferia corneal formadas por depósitos lipídicos.

El juvenil se relaciona con hipercolesterolemia, pero el senil no. Son frecuentes los depósitos corneales en pacientes tratados con amiodarona por problemas cardíacos.

Ulceraciones periféricas

Son de etiología desconocida. En la degeneración surcada marginal ectasia marginal, degeneración de Terrien se produce un surco en la córnea marginal con pérdida de la membrana de Bowman y del estroma.

La bilateral y progresiva, es más frecuente en varones ancianos. Asienta en áreas de infiltración lipídica. El ojo no es congestivo ni doloroso.

Afecta la visión tardíamente al desarrollar astigmatismo. Se emplea terapéutica sintomática y autotrasplantes esclerales. El ulcus rodens (úlcera de Mooren, úlcera serpiginosa crónica) es una ulceración crónica de la periferia corneal que progresa hacia el centro. El ojo es rojo y doloroso, con remisiones y xacerbaciones. Se trata con corticoides, betaterapia o cirugía.

Queratitis punteada superficial

Defectos epiteliales puntiformes en la córnea que tiñen con fluoresceína y producen dolor, fotofobia, ojo rojo y sensación de cuerpo extraño.

Es inespecífica y se observa en ojos secos, blefaritis, traumatismos, queratitis por exposición (parálisis palpebrales), cuando el reflejo de parpadeo es malo, en quemaduras ultravioletas, toxicidad a fármacos, causticaciones ligeras, triquiasis por frote de pestañas con la córnea, entropión por el roce de las pestañas, ectropion por exposición y sequedad corneal, en conjuntivitis, y en el síndrome visual del ordenador con un menor número de parpadeos.

En portadores de lentilla en relación con los líquidos de mantenimiento, uso excesivo, lentes cerradas o conjuntivitis papilar gigante. Se tratan con lágrimas artificiales y descanso de lentillas. En casos más importantes corticoides suaves fluoquinolona, antibióticos en colirios y pomadas, ciclopléjicos para aliviar el dolor y la fotofobia y ocasionalmente con oclusión las primeras 24-48 horas.

Queratopatía por exposición

Mal cierre palpebral o parpadeo inadecuado por parálisis del VII par con lagoftalmos cierre incompleto de los párpados, proptosis tiroidea por, lesiones expansivas orbitarias, deformidades palpebrales (ectropión, cicatrices postraumáticas), después de ciertas cirugías (ptosis o blefaroplastia) y al soldar o emplear lámparas de bronceado sin usar gafas protectoras queratopatía térmica.

Defectos puntiformes epiteliales similares a la queratistis punteada pero localizados en el tercio inferior de la córnea o también en la región de la fisura palpebral, donde la córnea que más expuesta.

Puede ocasionar erosiones mayores, infiltrados o úlceras corneales. Se indican lubricantes y oclusión del ojo para dormir e incluso durante el día en casos graves. Si el deterioro es progresivo realiza cirugía específica para el ectropion, descompresión orbitaria para la protosis, tarsorrafia e implantes de oro en parálisis y recubrimientos conjuntivales o de membrana amniótica.

Queratopatías neutróficas

En las queratopatías neurotróficas se pierde la sensibilidad corneal después de herpes simplex o zoster, cirugías del trigémino, del acústico e irradiaciones.

Se trata con lubricantes, antibióticos, ciclopléjicos y parches. Se puede considerar usar lentes terapeúticas, tarsorrafia y recubrimientos con membrana amniótica o conjuntivales.

Queratopatía en banda

En la Queropatía en Banda se puede apreciar una placa de calcio en la córnea anterior a nivel de la membrana de Bowman en la fisura interpalpebral. Separada del limbo por una zona de córnea clara usualmente en la zona de la fisura palpebral con agujeros en la placa .

Aparece en ojos con enfermedades crónicas (trasplantes rechazados, uveitis, queratitis intersticiales, edema corneal y ptisis bulbi). Con menor frecuencia en la hipercalcemia (hiperparatiroidismo, Paget, intoxicación por Vit D), gota, fallo renal.

Queratopatía filamentosa

Hebras mucoepiteliales adheridas a la superficie corneal. Causan fotofobia, sensación de cuerpo extraño, dolor y ojo rojo.

Se asocia con queratitis punteada. Aparece ojos secos, queratopatía neurotrófica o bullosa, después de tapar el ojo (cirugía o abrasiones corneales) y en la queratoconjuntivitis límbica superior.

Se realiza tratamiento etiológico y además se emplean lubricantes.

Erosiones corneales recurrenes

Las erosiones corneales recurrentes son crisis recidivantes de dolor ocular agudo, fotofobia y lagrimeo.

Si se observa al paciente cuando tiene molestias se aprecia una erosión corneal que tiñe con fluoresceína pero la lesión cicatriza en unas horas de forma espontánea y muchas veces no se aprecia nada o sólo un área ligeramente alterada en el momento de la exploración.

Aparecen en traumatismos con uña, rama de árbol, coletazo de animal, en distrofias y después de algunas cirugías (refractiva, cataratas o transplantes de córnea) pero no con cuerpos extraños metálicos.

Luego se indican colirios y pomadas de lágrimas artificiales o cloruro sódico al 5% durante unos tres meses. Recidivan pero usualmente curan con tratamiento médico.

En los casos rebeldes se considera la eliminación del epitelio anormal, el empleo de lentes de contacto, las punciones del estroma anterior y la queratectomía con láser de excimer.

Queratopatía bullosa

Es una descompensación corneal por mal bombeo endotelial al disminuir las células endoteliales.

Hay edema epitelial y estromal con formación de ampollas o bullas en la superficie anterior y cicatrices subepiteliales al resolverse el edema crónico.

Produce disminución visual, dolor al romperse las bullas, lagrimeo, fotofobia y disminución e incluso pérdida de la sensibilidad corneal.

Se trata con colirios y pomadas de cloruro sódico al 5%, lentes de contacto terapeúticas para controlar el dolor, colirios antiglaucomatosos y queratoplastia penetrante o lamellar en casos avanzados.

El Queratocno es una patología infrecuente que produce una deformidad y un adelgazamiento de la córnea.

Esto puede producir mala visión incluso con gafas, astigmatismos crecientes o dificultad para graduar correctamente.

Es muy importante un diagnóstico precoz para un tratamiento correcto. Se diagnostica y vigila mediante Topografía corneal.

Actualmente en el Centro de Oftalmología Bonafonte disponemos de tratamientos eficaces para la prevención, frenar su progresión o mejorar la deformidad corneal

Anillos Corneales Intraestromales

Se emplean anillos corneales intraestomales de diferente grosor según el defecto que se desea corregir. El procedimiento es reversible y si los resultados no son adecuados se pueden cambiar o extraer los anillos.

Cross linking

Es un procedimiento simple, no invasivo para tratar queratoconos y ectasias corneles incipientes cuando todavía la visión es buena.

Se instila un colirio de riboflavina que impregna totalmente la córnea y luego se aplica una radiación UVA con láser. Esto produce una reacción que fortalece el colágeno corneal y evita el progreso de la enfermedad.

El Trasplante de Córnea es la sustitución de la córnea enferma de un paciente por otra sana procedente de un donante.

La córnea la facilita un Banco de Ojos legalizado, después de analizarla y comprobar que es apta para trasplante y que no presenta enfermedades transmisibles.

Como la córnea es avascular (sin arterias ni venas), no precisa pruebas de compatibilidad entre donante y receptor. Por eso el tiempo de espera es menor que en otros órganos y permite programar la cirugía.

Las indicaciones principales son: Opacidades corneales graves debidas a infecciones, inflamaciones (queratitis por herpes), traumatismos, causticaciones o corrosiones por productos químicos, ojos secos severos, distrofias (Fuchs), degeneraciones y ciertas enfermedades como el edema corneal tras cirugía de cataratas (queratopatía bullosa) y cuando fracasa un trasplante previo.

También córneas trasparentes perforadas o con superficie irregular cuando la visión es mala y no se corrige con gafas ni lentillas.

En este apartado podemos incluir el queratocono, una enfermedad corneal hereditaria que aparece en jóvenes y las ectasias después de LASIK.

Técnicas Lamelares

Hoy en día disponemos de técnicas lamelares (DSAEK, DALK, QPLS) para el trasplante de córnea que sustituyen solamente la parte afectada de la córnea.

De esta manera se disminuyen mucho los riesgos de la cirugía, se acelera la recuperación y además se alarga la vida del trasplante por disminuir sensiblemente la incidencia de rechazo.

Estas técnicas son individualizadas en función de la patología y afectación corneal.