Enfermedades de la piel de los párpados
En los párpados se puede encontrar casi toda la patología dermatológica.
Enfermedades infecciosas. Las enfermedades bacterianas más frecuentes son las ocasionadas por estafilococos (impétigo) y estreptococos (erisipela). producen abscesos y celulitis; Las granulomatosas (tuberculosis, sífilis) son excepcionales. Las víricas son muy frecuentes (verrugas, molluscum contagiosum, sarampión, varicela, escarlatina y herpes) y las micosis infrecuentes.
Blefaritis. Inflamación de los párpados causada por infección (estafilococo), seborrea o rosácea. Suele ser crónica y bilateral. Cursa con sensación de cuerpo extraño, quemazón, prurito y ardor. La blefaritis puede ser eritematosa con enrojecimiento del borde palpebral por vasodilatación, escamosa cuando hay escamas en las pestañas y ulcerocostrosa con una costra amarillenta con bordes engrosados. Película lagrimal inestable por disfunción de las glándulas de meibomio. Puede complicarse con queratitis punctata superficial, síntomas de ojo seco, neovascularización corneal, infiltrados corneales, triquiasis, poliosis y pérdida de pestaña. Se forman abscesos localizados en los folículos pilosos y y glándulas sebáceas de Zeiss que conducen a malposición (triquiasis) y caida de las pestañas (madarosis). Se trata con compresas calientes, higiene palpebral y antibióticos tópicos y en los casos recalcitrantes pomadas de esteroides y tetraciclinas (doxiciclina) sistémicas.
Blefaritis herpéticas. En el herpes simple se observan vesículas y lesiones ulceradas en el párpado superior o perioculares que en la infección primaria se hacen evidentes en 3-9 días y se resuelven en 2-3 semanas y si son recurrentes se desarrollan en 2-3 días y duran una semana. Curan sin dejar cicatrices. Se tratan con antivíricos profilácticos para proteger el globo ocular. Las del herpes zoster son unilaterales con fatiga, malestar y fiebre baja. En la zona afecta, usualmente la división oftálmica del trigémino (V par), aparecen pápulas eritematosas y días después vesículas que se ulceran, supuran o hacen costras. Se tratan con compresas húmedas y antivíricos orales para disminuir la diseminación sistémica del virus y las complicaciones oculares.
Orzuelo. Es una inflamación localizada aguda de los folículos de las pestañas usualmente provocada por staphylococus. Se aprecia un nódulo dentro del párpado con eritema del tejido adyacente y dolor localizado.
Orzuelo externo. Foliculitis aguda y supurada del folículo piloso de una pestaña y de sus glándulas sebáceas de Zeiss. Produce dolor, enrojecimiento y edema localizado. Suele ser pequeño y superficial, protruye hacia el borde palpebral externo y en ocasiones se observa pus en el orificio glandular.
Orzuelo interno. Infección aguda supurada de la glándula de Meibomio. Si es extenso puede provocar celulitis palpebral. Los síntomas son más intensos que en los externos. Los orzuelos se tratan con compresas calientes y pomadas de antibióticos y antiinflamatorios.
Meibomitis. Inflamación usualmente subaguda de las glándulas tarsales de Meibomio con enrojecimiento y ligero engrosamiento de la piel, y dolor moderado pero sin supuración. Pueden aparecen quistes oleosos, y estenosis de los orificios glandulares con aparición de secreciones oleosas al presionar sobre el margen palpebral. Se denomina calacio la iInflamación granulomatosa crónica de las glándulas de Meibomio. Los orificios glandulares se cierran y se forma un lipogranuloma envuelto por una condensación de tejido que actúa a modo de cápsula. Es un nódulo duro, indoloro, con inflamación moderada, sin signos irritativos y de tamaño variable. Se localiza en el tarso, y la piel se desliza fácilmente sobre él. Se trata con higiene palpebral, compresas calientes, antibióticos tópicos y sistémicos, triamcinolona intralesional y cirugía con extracción de la cápsula y todo su contenido. Se debe realizar estudio histológico de la pieza pues puede confundirse con lesiones malignas.
Inchazón palpebral. Tiene multiples causas que incluyen: las blefaritis, conjuntiitis, calacios, orzuelos, dacriocistitis, alergias (medicaciones, lacas, esmaltes de uñas, cosméticos, animales, plantas), insuficiencia renal, enfermedad angioneurótica, celulitis orbitara y palpebral.
Tumores
Benignos. Pueden aparecer todos los tumores de piel y tejidos blandos. Los más habituales son papilomas, hemangiomas dermoides, nevos, lipomas y fibromas. Los hemangiomas de los niños acostumbran tener una regresión espontánea y usualmente no precisan tratamiento. Los casos más importantes se tratan con inyecciones de corticoides intralesionales.
Xantelasma (xantoma plano). Depósitos lipídicos dérmicos, amarillentos y algo elevados frecuentemente localizados en la zona medial de ambos párpados.Son placas de infiltrados de macrófagos y contienen células gigantes de Touton. Más frecuentes en mujeres de más de 50 años y en pacientes con diabetes, afecciones de vías biliares y alteración del metabolismo graso.
Hidrocistoma. Lesion quística asintomática de las glándulas sudoríparas ecrinas o apocrinas (glándulas de Moll). Usualmente se presenta como un nódulo único traslúcido con secrección serosa o lechosa. El apocrino se produce por bloque de la secrección de las glándulas de Moll, presenta a veces lesiones múltiples usualmente en el borde palpebral. El ecrino es menos frecuente y no siempre se localiza en el margen palpebral.
Malignos.
Carcínoma basocelular. Es el tumor maligno más frecuente (90% de los casos) del párpado. Tiene predilección por el párpado inferior en forma de un nódulo con el centro deprimido y muchas veces ulcerado con un reborde. Existen formas nodulares, difusas (morfeiformes), ulceradas o multicéntricas. Pueden ser queratinizados y pigmentados. Muchas veces se confunde con el calacio u otras formaciones benignas. Puede infiltrar las estructuras adyacentes y extenderse hasta el globo y hueso orbitario pero las metástasis son raras. Pueden resultar fatal por invasión craneal. Se tratan con cirugía extrayendo todo el tumor con sus alrededores hasta dejar los márgenes libres histológicamente. Usualmente se realiza cirugía reconstructiva después de dicha cirugía pero pueden recidivar. También son radiosensibles.
Carcinoma espinocelular. Representa el 2% del total de cánceres palpebrales. Muchas veces asienta en lesiones precancerosas, como queratosis actínica, áreas ulceradas. Tiene hiperqueratosis, mitosis, invade los tejidos, da metástasis a los ganglios locales y a distancia. La mortalidad es alta.
Queratoacantoma. Se transforma a veces en carcinoma escamoso y por eso se considera y se trata como un tumor maligno (antes se incluía en los benignos). Es de rápido crecimiento, se estabiliza y regresa lentamente. Se relaciona con la exposición solar y algunos agentes carcinógenos como el tabaco. Más frecuente en hombres mayores de 65 años.
Carcinoma sebáceo. Es muy raro y normalmente se llega al diagnóstico al realizar la histología de una lesión recidivante considerada erróneamente como un calacio.